lunes, 3 de junio de 2013


MÁS QUE UNA PALABRA

 
Sólo la vida nos enseña el verdadero sentido de vivir, no es un dogma ni un pensamiento filosófico, es la experiencia, el cara a cara con la verdad.
La vida no se compra ni se puede regalar, ella se comparte se contempla, sencillamente se vive.
 
Ella es un trance, corta como un simple suspiro, pero larga cuando no se vive con los que amas. La vida, más que una palabra que nos obliga a pensar en cada acción o cada sentimiento, más que una lágrima, más que un arrepentimiento.
 
La vida es cada decisión, cada sueño, cada pasar de los días, los meses y los años. La vida no se logra tomar en las manos porque no es tangible, no se puede envolver en un hermoso papel de regalo para obsequiar de cumpleaños.
 
La vida, una palabra tan corta y tan significativa. La vida, un camino que se emprende cuando llegamos a este mundo y que se acaba cuando el corazón deja de latir.

La vida, un simple abrir y cerrar de ojos, pero en ocasiones logra desnudarnos y sacar de nuestros ojos lágrimas. Ella se ve representada en cada pensamiento, cada abrazo, cada logro y cada fracaso.
 
Nadie la pidió y nadie la exigió, nadie te la pude quitar, nadie te la debe fracturar, se debe peliar por ella para que nada ni nadie te la arrebate. 
 
La vida, se decide a vivir cuando te dispones, cuando amas, cuando sueñas.



 

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