jueves, 12 de julio de 2012

LA HORMIGA Y SU LUCHA DE VIDA


Una mañana decidí levantarme y caminar por el pequeño jardín de mi abuela, observé a lo lejos una hormiga que corría rápidamente, se perdía en medio de una alta cima de tierra y al minuto aparecía de nuevo para volver a realizar su trayecto. Me acerqué para detallar que era lo que transportaba y descubrí que se trataba de un trozo de pan, pero por qué lo hacia con tanto afán?
Así que la seguí y vi como un grupo de hormigas se encontraban  atrapadas por un tramo de malla tirada por mi tío el pescador, ellas no podían salir y lo único que hacían era comer el pan que llevaba la solidaria hormiga y en grupo hacían fuerza para retirar el obstáculo que no las dejaba ser libre. Sin pensarlo dos veces y sin quedarme como espectador inhibí la vieja malla. Las hábiles hormigas esperaron a la hormiga que venía con la última migaja de pan, de esta manera se retiraron juntas a un profundo hueco elaborado para sobrevivir de la crudeza del ser humano.
¿Crees que los hombres hoy en día también expresan el valor de la solidaridad?
Es triste ver como la indiferencia daña los corazones y volteamos el rostro ante la injusticia, el engaño, la crueldad y la violencia. Se puede afirmar que los animales no piensan y que no viven el lenguaje, sin embargo,  su manifestación de amor es tan cercana y veraz que logran transformar la mirada de la historia.
Seamos hormigas de vida, de lucha, amistad y amor.

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