La lluvia derrama sus
lágrimas en los terrenos áridos y en
los seres sin alma.
Mis párpados se mojan mirando
hacia el cielo, abrigando cada gota de agua.
Los niños juegan en las
calles bajo el soplo del viento que acompaña la lluvia.
El agua que nace en los
bosque se derrama sobre la cuidad oscura.
Ella va al jardín, recorre
cada árbol haciéndolo dador de vida.
Pasa por mi cuello para refrescarme, para
calmar mi sed y mojar cada espacio de mi cuerpo.
¡Oh lluvia del cielo! ¡Oh gota sagrada!
Hiela las heridas de quienes
sufren y lloran, congela las amarguras de los ancianos olvidados.
Gotas del alba, acompáñanos
para sentir la mano de Dios, que se acerca desde el cielo a la tierra.
La lluvia mengua sobre buenos y malos, ella fue hecha para que el calor calme su furia, para ser testigo de los enamorados, para resbalar sobre los rostros de quienes enfrentan el mundo.
ES TU LLUVIA, ES LA MIA, ES UNA GOTA DE VIDA.

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